Réquiem de Verdi: Un círculo que se cierra

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Han pasado 3 años desde el momento en que una pandemia vino a paralizar nuestras vidas por un tiempo. Ahora, y bien fuerte, podemos decir que retomamos esos grandes retos que dejamos aparcados y de los que la Messa da Requiem de Verdi era en ese momento, y hoy lo vuelve a ser, un gran hito.

Por Fernando Morales

Giuseppe Verdi: Messa da Requiem. Silvia Vázquez, soprano; Myriam Arnouk, mezzosoprano; Javier Palacios, tenor; Armando del Hoyo, bajo. Orfeó Valencià, Josep Lluís Valldecabres, director. Orquesta Filarmónica Fundación Ciudad de Requena. Francisco Melero, director. Teatro Principal de Requena. Sábado 1 de abril, 19:30 horas.

Como si de un círculo que se cierra se tratase, parece que vamos a tener el privilegio de cantar la imponente, majestuosa, pero también emocionante y conmovedora Messa da Requiem de Giuseppe Verdi. Será el 1 de abril en un escenario acorde con la grandeza de esta obra: el Teatro Principal de Requena, en la para nosotros ya imprescindible cita anual con la Orquesta Filarmónica Fundación Ciudad de Requena dirigida por Francisco Melero. Aquí el enlace para comprar entradas.

El martes 10 de marzo de 2020, más de 100 orfeonistas nos apretábamos -fuimos un buen puñado los que nos contagiamos en ese momento- en el que, sin saberlo, iba a ser el último ensayo de un Réquiem de Verdi que ya teníamos prácticamente finiquitado para cuando después de fallas viniera Francisco Melero a terminar de rematar la versión que ofreceríamos días después en Requena.

«Nuestra» Messa da Requiem ha tenido que esperar. Como también tuvo que esperar cuando fue concebida, gestada y, finalmente, estrenada. El 13 de noviembre de 1868 moría en París Gioacchino Rossini. Verdi, en ese momento el mayor compositor italiano además de senador de la recientemente unificada Italia, pensó en honrar la memoria del genial operista liderando el proyecto de componer, entre varios compositores italianos, una Misa de Requiem.

Esta monumental y -nunca mejor dicho- coral composición, se estrenaría en el primer aniversario de la muerte de Rossini en la Basílica de San Petronio de Bolonia, ya que Rossini había vivido y estudiado en esa ciudad. Verdi, que para eso era el ideólogo de la empresa además del más destacado compositor, se reservó la conclusión de la obra, el Libera Me… para el que además había escrito una imponente parte para soprano solista, que habría de ser abordada por su amada -artística, afectuosa y ¿carnalmente?- Teresa Stolz.

Lo que ocurrió fue que los pesarenses sintieron que siendo Pesaro la localidad natal de Rossini, era a ellos y no a los boloñeses a quienes correspondía realizar los homenajes. Así que, 3 meses antes de la fecha que Verdi había propuesto, Pesaro programó un homenaje a Rossini en el que se cantaría su Stabat Mater dirigido por el pesarense Angelo Mariani, amigo de Verdi y pareja de Teresa Stolz… que además cantaría como soprano solista en el oratorio rossiniano.

Verdi, como buen hijo de su tierra, era una persona generosa pero orgullosa, y tal afrenta le hizo retirar enfurecido su propuesta para Bolonia y para ese Requiem muerto casi antes de nacer. Metió en un cajón el Libera Me y rompió relaciones con Mariani -pero curiosamente, no con Teresa Stolz.

Igual que nos sucedió con la pandemia -en realidad igual no, pero permitidme la licencia-, habrían de pasar 3 años (en realidad 4), hasta que un 22 de mayo de 1873 muriera Alessandro Manzoni, considerado por Verdi el auténtico padre de la patria italiana.

Una vez más, un prohombre digno de ser honrado con una misa de réquiem fallecía, pero Verdi esta vez no querría ya colaboraciones ni líos, sino que sería él mismo el que se encargaría de componer su propia Messa da Requiem, y estrenarla ya no en Bolonia sino en Milán, dirigida por él mismo y cantada por Teresa Stolz, cosa que ocurriría el 22 de mayo de 1874 en la Iglesia de San Marco de la capital lombarda.

De vuelta al siglo XXI, el Requiem no es la primera vez que lo va a cantar el Orfeó Valencià. Fue interpretado en una ocasión anterior a aquélla de 2020 frustrada por la pandemia. En concreto fue en mayo de 2012 en dos conciertos, en Villena y en el añorado Palau de la Música de Valencia, con Erika Escribá, Pilar Vázquez, Vicente Ombuena y Arturo Pastor como solistas, además de la Orquestra Filharmònica de la Universitat de València dirigida por Hilario García Gómez.

Para ese frustrado Requiem, programado para el 4 de abril de 2020, el elenco contaba con precisamente Silvia Vázquez como soprano, así como Anna Gomà, Vicente Ombuena y José Julio González como solistas. Esta vez nada parece amenazar que podamos, por fin, ofrecer esta maravilla de la historia de la música.


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