Cantando «El Mesías»…
Por Paco Tomás
Ficha técnica: El Mesías (G. F. Handel). Selección de arias y coros. Orfeò Valencià. Cristòbal Soler, director. Llíria, 7/12/2019. 19:30 hores. Esglèsia de l’Assumpció; Cullera, 14/12/2019. 19:30 hores. Esglèsia dels Sants Joans; Gandia, 15/12/2019. 19:30 hores. Col·legiata Santa Maria.
Me piden que deje aquí unas líneas sobre el más famoso oratorio de Handel, probablemente el oratorio más famoso de la historia de la música (con permiso del coetáneo Bach y sus incomparables Pasiones)… ¡No saben lo que hacen!
Aunque creo que entre nosotros hay mucha gente que podría hacer esto mucho mejor que yo, acepto el reto y respondo con mi mayor agradecimiento a los responsables de nuestra publicación.
Podría también haceros alguna recomendación curiosa, como el capítulo “la Resurrección de Georg Friedrich Handel” que aparece en el fantástico libro de S. Zweig “Momentos estelares de la humanidad” y en el que se recoge cómo el proceso de composición de nuestra obra se produce al mismo tiempo que la recuperación del compositor de un ictus que pudo costarle la vida y que le sobrevino en un momento profesionalmente muy complicado.
Incluso, para los más osados, la película que Norman Walker dirigió en el segundo centenario de El Mesías, “The Great Mr. Handel”, que narra las vicisitudes de su estreno en Dublín. Podéis encontrar fragmentos (coloreados) en youtube (incluso la película completa en alguna plataforma como directv.com).
… Pero no lo haré. Prefiero contaros qué supone para mí cantar El Mesías. Empezaré por deciros que cada vez que escucho la obertura y justo después la entrada del tenor solista que anuncia la profecía de la venida del Salvador no puedo evitar sonreír y recordar como Charles Jennens, que compiló los textos del libreto, afeó a Handel el uso de “esas musiquillas operísticas vulgares para textos tan hermosos” (sin comentarios, aunque es cierto que nuestro compositor se “fusila” a sí mismo en algunos fragmentos: ved, por ejemplo “No, di voi non vo’ fidarmi” HWV189, o “L’ocaso a nell’aurora” HWV192, a ver si os suenan familiares).
Y entonces, nos ponemos en pie y cantamos JUNTOS a la Gloria de Dios… y todo fluye. Después cantaremos que vendrá la salvación, que nos purificará, que “un niño nos será dado”. Sufriremos después la pasión, la tortura, el rechazo. Para, a continuación, ser testimonios de la grandeza del Señor y proclamar la resurrección y la vida hasta coronarla con el monumental Amén final. Pero todo eso es también teología y no era de lo que quería hablar.
También está la música, la Sinfonía de apertura, la Pifa, las melodías de las arias y ariosos, las trompetas en lejanía, la cuerda… ¡hasta los timbales!
Y sin embargo, hay algo más. Para mí, lo maravilloso de El Mesías es que SE COMPARTE.
Sí, ya sé que todo lo que se canta en un coro tiene esa magia, pero en mi caso, en esta obra, esta sensación se magnifica. A bastantes compañeros del orfeón os he conocido cantando este oratorio (no diré nombres para que no se me olvide nadie, pero vosotros lo sabéis). He podido cantarlo en Catedrales, en Auditorios, en Palacios de Congresos… incluso, con alguno de vosotros, traducida al valenciano. Nos han dirigido músicos de primer nivel mundial y nos han acompañado desde grandes orquestas a voluntariosos aficionados… Pero siempre, siempre es COMPARTIR. El Mesías es, por supuesto, uno de los anuncios más hermosos (mejor incluso que los de El Corte Inglés) de que llega la Navidad, la época del año en la que nos es un poco más fácil compartir.
El propio Handel “usó” El Mesías para compartir. Durante el resto de su vida organizó conciertos benéficos con esta obra para instituciones de caridad, en especial para la asistencia de niños sin hogar y, a su muerte, cedió a una de ellas los derechos sobre futuras interpretaciones.
Por eso, a todos los que vais a cantar próximamente esta obra, os invito a que, por supuesto, lo deis todo en vuestra parte, como siempre, lo mejor… pero, sobre todo, a que disfrutéis de lo que están dando los demás, los compañeros de cuerda, los de las otras cuerdas, los que tocan los instrumentos o los que nos dirijan. A mí, El Mesías me ha dado mucho, y espero que me lo siga dando gracias, también, a vosotros.
10 comentarios
Isabel Buigues · noviembre 26, 2019 a las 4:53 pm
Muy buen artículo, Paco. Se nota que el Messiah es una obra que te conmueve al interpretarla junto a tus compañer@s compartiendo esta gran experiencia.
Paco Tomás · noviembre 27, 2019 a las 1:26 pm
Gracias Isabel. Es verdad lo que dices (lo de que me MOLA el Mesías, lo de que sea bueno el artículo eso ya es otra cosa 😉
Francisca · noviembre 27, 2019 a las 7:41 am
¡Qué bonito, Paco! Cantar el Mesías es compartir. Tienes toda la razón 🙂
Paco Tomás · noviembre 27, 2019 a las 1:28 pm
Lo bonito bonito es con quién lo compartes 😉
Paco Tomás · noviembre 27, 2019 a las 1:31 pm
Francisca, no sé que ha pasado pero me aparece aquí tambien la respuesta al comentario anterior… Maravillas de la tecnología.
Rosa · noviembre 27, 2019 a las 5:46 pm
Genial, Paco. Se nota que te encanta esta obra. En los ensayos veo cómo disfrutas cantando el Mesías de memoria y no sabes qué envidia me das; yo aún no consigo despegarme del papel. Tienes mucha razón, huele a Navidad , a emociones y a momentos y sentimientos compartidos. Feliz Mesías.
Paco Tomás · noviembre 30, 2019 a las 5:57 pm
Gracias a ti. Es verdad que El Mesías es muy especial para mí… lo de cantar de memoria es porque estudié solfeo un un Màster de la universidad Rey Juan Carlos 😉
Xema Zapater · diciembre 7, 2019 a las 9:11 am
Para mi siempre ha sido un placer formar parte de los intérpretes de esta obra colosal, y en diversas ocasiones, (a pesar de llevar poco tiempo cantando en coros), pero, sobre todo hacerlo al lado de gente como tú, amigo Tomás. Es edificante contagiarse de tu pasión. Además, cuántas más veces lo cantas, más cosas descubres de ese genio del barroco.
Por cierto, a mí también me ha encantado tu artículo.
Paco Tomás · diciembre 7, 2019 a las 10:26 pm
El placer es todo mío 😉
Vicent Albert · enero 3, 2020 a las 2:18 pm
Gran articulo, Paco. Transmites las sensaciones de los que lo hemos tenido que estudiar y trabajar mucho, para pasar de melómanos pasivos a participar por primera vez en él y de él. Muchas gracias a todos y felicitaciones por el compromiso.