“Estos meses he echado de menos compartir la música con mis compañeros”

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Raquel Carrero, contralto

Por Fernando Morales

Raquel Carrero ha guardado toda su vida un hueco para el canto coral. Empezó de niña en los Pequeños Cantores y desde hace más de dos décadas continúa compartiendo la experiencia de cantar en un coro en la cuerda de contraltos del Orfeó Valencià.

Raquel Carrero, junto a José García “Garci” y Manuel Genés

-¿Cómo empezó tu relación con el mundo coral?

-Desde los 5 o 6 años cantaba en los Minicantores y después en los Pequeños Cantores. Estuve allí hasta los 15 años hasta que por temas de estudios lo dejé. Pero éramos la “cantera del Orfeón” porque el director de los Pequeños Cantores era el mismo del del Navarro Reverter de entonces, Jesús Ribera. Cuando acabé mis estudios universitarios me pude volver a plantear retomar mi actividad coral y me incorporé al orfeón. Fue una incorporación por todo lo alto, porque el coro estaba preparando una gran obra: La Creación de Haydn(1). Un auténtico lujo.

-¿Cómo recuerdas ese momento de tu incorporación al Orfeó Valencià?

-Estaba muy emocionada. Recordaba esa sensación que se tiene cuando se canta en un coro, y además en este coro cuando cantas desde dentro dices: “¡Qué bien suena esto!”. La Creación era todo un desafío interpretativo porque es una obra compleja. En ese momento no existían los midis, pero fue apasionante. Fue para mí algo muy emotivo.

-Y a falta de ayudas tecnológicas, ¿cómo hacías para prepararte los ensayos?

-En casa con el piano. Estudié en el Conservatorio Iturbi grado medio de canto, creo que ahora se llama profesional, y una asignatura era piano complementario. Ahora también lo hago así, aunque creo que si vienes a todos los ensayos y pones una atención plena en ellos hay mucho trabajo ya hecho. Además, en la cuerda de contraltos está Susan que hace un trabajo excepcional con los midis.

-Y, ¿de dónde te viene esa relación con la música?

-De una profesora de música que tuve en el colegio. Allí estudié guitarra. Me gustaba mucho y recuerdo que esa profesora les decía a mis padres que cantaba bien y les animaba a que me apuntaran a canto.

-¿Qué representa para ti el Orfeó?

-Para mí es vital. La riqueza personal que te aporta cantar es enorme. Cuando haces algo así, que es algo colectivo, junto a otras personas, es algo indescriptible. No solo es el disfrute compartido que se vive, sino que a nivel humano sientes el valor que tienen las personas: amigos, compañeros. En estos meses de pandemia que hemos vivido he echado mucho de menos el cantar y el aporte de los valores de las personas que están cantando contigo, algo que solo se puede sentir si lo estás viviendo desde dentro.

Raquel Carrero en El Mesías que Cristóbal Soler dirigió al Orfeó Valencià en 2019

-¿Qué momento de los que has vivido con el Orfeó recuerdas con mayor intensidad?

-Aparte de la obra con la que me estrené, a los pocos meses de entrar tuve la oportunidad de participar en Madama Butterfly en el Festival Puccini que se hizo en el Palau de la Música(2). Pude participar en la preparación de la ópera desde el principio. Recuerdo cuando vino por primera vez la coreógrafa y nos hizo caminar para ver cómo nos movíamos. Y solo fue el principio de un gran trabajo coreográfico que comenzamos. Luego vino la relación con las personas de vestuario, maquillaje,… y esa música maravillosa de Puccini. Pero otra cosa que valoro especialmente del Orfeó es que puede emprender cosas muy diferentes. Por ejemplo, cuando cantamos con Lluís Llach, las Campanades a mort(3). Era uno de mis ídolos de adolescencia y era un concierto totalmente diferente a lo que veníamos haciendo y el coro lo hizo estupendamente. Pero también otros programas muy atractivos como De Broadway a La Habana o el que hicimos con Sedajazz, que también me encantó.

Producción de Madama Butterfly en el Festival Puccini.

-¿Qué esperas del futuro con el Orfeó Valencià?

-Que el proyecto siga vivo. Mi valoración de mis años aquí es que me ha enriquecido mucho a nivel personal, pero también a nivel musical: las obras modernas por la complejidad del tempo o los contratiempos, pero también la música clásica. Cualquier proyecto nuevo que aborde el orfeón nos va a enseñar mucho.

(1) El Orfeó Valencià cantó por primera vez La Creación de Joseph Haydn en marzo de 1999, en un concierto en Elche con la Orquestra Ciutat d’Elx dirigida por Vicente Sempere.

(2) Las funciones de Madama Butterfly del Festival Puccini tuvieron lugar entre el 11 y el 15 de enero de 2000. La dirección de escena correspondió a Antonio Díaz Zamora. La coreógrafa fue Julia Grecos. La dirección musical corrió a cargo de Marco Guidarini.

(3) El Orfeó Valencià compartió escenario con Lluís Llach en febrero de 2007 en el Palau de Congressos de València.


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