Cómo se gestó «Contigo en la distancia»
Maldito coronavirus. Llevamos ya un mes de encierro domiciliario y la falta de contacto físico con el mundo exterior se echa cada vez más de menos. No así el contacto virtual, que se ha multiplicado exponencialmente. Y de repente parece que nos falta tiempo con la ingente oferta de contenidos. Como me comentaba un buen amigo: «Te pones a no hacer nada y es un no parar».