Recordando la gira por Estados Unidos y Canadá
Por Fernando Morales
Entre los días 1 y 17 de octubre de 1978, el Orfeón Navarro Reverter emprendía una gira por Estados Unidos y Canadá, que resultó ser no solo un completo éxito a nivel artístico sino también a nivel humano. El coro que dirigía entonces Jesús Ribera Faig ofreció un total de siete actuaciones, cinco oficiales en Estados Unidos y dos no oficiales en los tres días en que estuvieron en Canadá.
El jueves 19 de octubre de 1978 aparecía una entrevista en el periódico Las Provincias, en la que Mengual le pregunta a Jesús Ribera si había quedado satisfecho: «Ha supuesto una gran experiencia. Habitualmente, en estas giras el coro se estimula, se crece y, por otra parte, se enriquece al contacto con otros públicos. Es a través de estos contactos cuando se puede sopesar la valía de un conjunto y puedo decirle que estoy muy contento».
A ese viaje acudieron 83 orfeonistas que partieron de Valencia el 1 de octubre de 1978. Tras hacer escala en Madrid llegaron al aeropuerto JFK de Nueva York. El primer concierto se celebró en la tarde del 3 de octubre en la Casa de España, en un concierto que daba inicio a la celebración de la Semana de España. El programa contenía obras de diversas épocas y estilos, pero destacaba la presencia de música valenciana: Blanquer, López-Chavarri, Rodrigo o Juan Bautista Comes.
El siguiente concierto se celebró el día 5 en el Mechanics Hall de Worcester, la segunda ciudad más poblada de Massachussets. Al concierto acudieron mil quinientas personas, que disfrutaron del «The Navarro Reverter Choir of Valencia-Spain». En el intermedio de este concierto tocó piezas de Falla y Albéniz el orfeonista Rafael Valverde.
Los días 6 y 7 de octubre, el Orfeón Navarro Reverter ofreció un concierto en la Bromfield School de la ciudad de Harvard y en el Paine Hall de la Universidad de Harvard. Del primer concierto destaca que se cantaron seis piezas fuera de programa por los insistentes aplausos, mientras que la actuación en la universidad se convirtió en la primera que un coro español ofrecía en ese prestigioso recinto.
Son curiosas las anécdotas de estos conciertos, ya que se aprovechó el primer concierto para visitar a Estanislao Ribera Faig en el Convento de San Benito, comunidad religiosa en la que el hermano del director estaba integrado, mientras que para el concierto en la universidad fueron imprescindibles las gestiones del hijo del entonces director general de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad, José María Viñals, que se encontraba en esa universidad haciendo su doctorado.
La visita a Canadá se saldaría con dos conciertos, el primero en el Santuario Nacional de San José, y el siguiente en una capilla india. Tras la estancia en Canadá, la expedición visitó las cataratas del Niágara y ofreció un último concierto en Washington D.C. el día 15, en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción.
Un jefe indio condecorado y una polémica «catalana»
Pero, más allá de los conciertos, el viaje estuvo repletos de grandes momentos, y de otras circunstancias, cuanto menos, curiosas. La primera de ellas, la acontecida con el anciano Poking, jefe de la reserva india, al que tras el segundo de los conciertos canadienses se le impuso la insignia de oro del orfeón. El anciano Poking manifestó lo siguiente, según recogió el diario Las Provincias: «Desde mi corazón, invoco al Gran Espíritu, al aire, la tierra, al agua, para que os proteja en vuestras casas, vuestras familias, vuestros éxitos, vuestro viaje».
El segundo episodio anecdótico fue menos simpático y se produjo a raíz de la equivocación de un periodista local al informar del concierto del Orfeón Navarro Reverter. En el periódico local Gazette apareció un pie de foto que decía: «The Navarro Reverter Choir of Barcelona».
La polémica que se generó en la Valencia de 1978 por esta confusión «catalanista» obligó a la directiva del coro a publicar una aclaración en el diario Las Provincias que decía: «Hubo un crítico musical, que después de elogiar muy calurosamente el concierto dado en el Mechanics Hall de Worcester, debió confundir el origen del orfeón con la ciudad natal de nuestro director artístico, error que pudo producirse con una lectura no muy atenta de los curriculum insertos en el programa. Pero aún así, dicho crítico escribió que el orfeón «era de Barcelona», pero nunca escribió «catalán». Inmediatamente se pidió dieran una nota a este crítico para que rectificase el error».
Para coronar tan absurda justificación, los responsables del orfeón terminan la aclaración aludiendo a que: «… en nuestra tierra se nos ha confundido con otro orfeón valenciano, se ha dado a Verdi como autor de una importante obra de Mozart, e incluso en otra ocasión se nos ha llamado Orfeón navarro», antes de concluir que: «Siempre se le ha dado la importancia que tienen y jamás se ha creído ver dobles interpretaciones».
Una gira muy importante, que emprendió un orfeón que apenas contaba con cinco años de trayectoria, y que precedió a muchos otros grandes momentos del coro. Ahora que nos acercamos al cincuenta aniversario, seguiremos rememorando episodios inolvidables en la historia del Orfeó Valencià.
1 comentario
MARÍA SALUD CASTRO · diciembre 9, 2021 a las 2:45 pm
Madre mía qué recuerdos. Fue un viaje fantástico e inolvidable. Lo pasé genial. Aunque yo ya no sea orfeonista, sigo de cerca la trayectoria del coro y disfruto mucho en los conciertos a los que voy.